Es viernes 5 de Octubre de 2012, el
momento llegó, termino mi jornada laboral, y me voy a casa para terminar de
preparar la mochila para irme a la estación de Omnibus donde había quedado con
Elena, para ir a Córdoba y allí reunirnos con el resto de viajeros, Eva, Edu y
Belén.
Nos encontramos en las dársenas de los omnibuses,
subimos en nuestro colectivo y partimos rumbo a Córdoba; finalmente fueron ocho
horas y media de viaje, hora y media menos de lo previsto, asique por ese lado
guay, y también por los asientos que como anteriormente comenté aquí son muy
cómodos y aun que no es lo mismo que dormir en tu cama, se descansa bastante.
Llegamos a Córdoba y un taxi nos llevó al hostal
"Tinku" donde ya levantados, nos esperaban nuestros amigos; dejamos
la mochila en nuestra habitación y comenzamos a visitar la ciudad, lo primero
que hicimos fue ir a la agencia de viajes y reservar el viaje al Octoverfest,
para la tarde y otro viaje que nos enseñaría Villa Calamuchita, para el
domingo. Compramos los dos pasajes y nos fuimos a visitar la ciudad, estuvimos
descubriendo la ciudad toda la mañana.
hasta que llegaron las 5, fuimos a la agencia donde un
minibus nos esperaba para ir a villa general Belgrano, que es un pueblo alemán
en donde se montó el Octoverfest; llegamos allí para las 7 y nos dejaron
deambular por las calles, viendo el lugar, todo estaba hecho de madera y por lo
que nos contaron lo que se hacía de otro material se denunciaba y lo tenían que
quitar y ponerlo con madera; estuvimos escuchando música, viendo aquél
espectáculo que allí sucedía y bebiendo cerveza, para lo que necesitamos
compramos una jarra pequeña, es curioso a principios
de año comencé a probar la cerveza y
ahora meses después estoy en uno de los festivales más importantes de la
cerveza jaja, probé la normal y luego la de frutilla, que por cierto estaba
bastante rica, ahh y como siempre también comimos hasta ponernos ciegos jeje,
aquí os dejo la prueba.
Cuando estuvimos de vuelta en la ciudad,
pedimos al colectivo que nos dejara en la catedral, y fuimos caminando por
"el paseo de las flores" hasta encontrar un lugar conocido allí,
recomendado por la guía Lonely Planet, llegamos bastante pronto para cenar, ya
que el local estaba bastante vacio; en las paredes había muchas firmas y
escritos que la gente había ido poniendo a lo largo de los años, la gracia
estaba ahí, cada uno podía escribir lo que quería, nosotros no fuimos menos eh
hicimos un dibujo y lo colgamos en la pared, quién sabe
si alguien volvía por allí lo podría recordar, y bueno una parte de
nosotros lo compartimos con la ciudad.
Con la panza llena y cuando por fin paró de llover
salimos de aquel bar, en ese momento lleno de gente marchamos al hostel donde
nuestras camas nos esperaban para el descanso.
Al día
siguiente madrugamos para esperar al colectivo que nos haría la ruta a villa
Calamuchita, subimos y el guía se presentó, a mí me tocó sentarme cerca suyo,
cosa que luego agradecería, ya que mi curiosidad salió a la luz y comencé a
hacerle una gran variedad de preguntas, el guía muy majete y siempre con una
sonrisa, me las iba respondiendo una tras otra. Fuimos pasando por los diversos
sitios que el tour contemplaba y
vimos con decepción que el que nos vendió las salidas nos había tomado el pelo,
ya que este tour pasaba por los mismos sitios por los que habíamos pasado el
día anterior, salvo por la rápida vista que tuvimos del lago más grande de
Córdoba, el segundo más grande ya lo vimos el día anterior.
De
manera que cuando volvíamos decidimos hablar con el gerente de la empresa para
que nos devolviese el dinero, pero cuando el guía le llamó, nos contó la milonga
de que justo en ese momento se iba del local por lo que no podríamos verle
hasta el día siguiente en la mañana; asique así haríamos al día siguiente
tocaba visita. Cuando
terminó la ruta, fuimos al hostel y nos preparamos para salir a cenar y relajarnos.
Era lunes
y nuestro último día de visita aquí, para comenzar la mañana tuvimos una ración
de quejas, primero fue en
el hostel, ya que Edu y yo teníamos pagada una habitación privada con baño y el
primer día por desconocimiento mío de lo que habíamos pagado, debido a que la
reserva la hizo Eva, la empleada del hostel nos coló una habitación con baño
privado, de esta manera compartimos habitación con dos personas más, cosa que
no habíamos pagado, asique por esto nos descontaron una parte del dinero.
Para continuar fuimos a la agencia de
viajes como habíamos quedado el día anterior y como habíamos predicho el
gerente no se presentó y tuvimos que hablar con su empleado, que tras una
conversación y una llamada nos devolvió un pelín más de la mitad de lo que nos
costó el segundo tour, algo es algo ¿no creéis?. La verdad es que le estoy empezando
a pillar el gusto a esto de quejarme y mas en Argentina, donde intentan
tangarte en todos lados, lo siento si algún argentino se siente molesto por mi
comentario, pero por lo general así es como he vivido las cosas desde que estoy
aquí.
Después de esto fuimos a la estación de
ominibuses para pedir información sobre los distintos colectivos que allí
salían; hacia donde iban y lo que tardaban en llegar. Finalmente y puesto que
los días anteriores habíamos ido al sur, esta vez le tocó el turno al norte,
decidimos ir a un pueblo llamado “La Falda”, nos dijeron que era bonito; asique nos subimos al minibús y
comenzamos el
viaje. Hora y media después llegamos al pueblo, un poco cansados comenzamos a
caminar dispuestos a visitarlo rápidamente para volver con tiempo para agarrar
el colectivo de vuelta a Buenos Aires; pues bien, comenzamos nuestra ruta hacia
el centro del pueblo, pero a unos 300 metros vimos un lugar donde comer y
puesto que era medio día decidimos hacer una parada en el camino, aunque más
tarde nos daríamos cuenta de que ese sería el único punto del recorrido por el
pueblo al que visitaríamos, ya que nos tiramos comiendo dos horas, pero con
razón nos quedamos allí, nose la opinión de mis amigos, pero la mía es, por el
momento el mejor lugar para comer de todo Argentina, “La Parrila de Raúl” se llama y recomiendo el mundo que vaya
al pueblo a hacer una
parada en este restaurante, permitidme que os diga lo que comimos, comenzamos
con un bufet de ensalada por 12 simples pesos, variedad de verduras con muy
buena pinta y muy ricas, luego continué con
un bufet de la mejor carne que he probado hasta el momento, y para
finalizar acabamos con otro bufet de postres, este algo más alto de precio pero
para nada elevado; ¿Porqué yo digo que es el restaurante que mejor se lo ha
montado? Porque comienzan
ofreciéndote un bufet de ensalada a bajo costo, de esa manera nada mas sentarte
no esperas el plato que has pedido, y segunda cosa que veo buena a esto es que
sin darte cuenta y con el ansia de empezar a comer te vas llenando, luego
cuando te traen el buffet de asado, que ese si es más caro, y te pones a comer,
como ya estas lleno de antes aprovechas menos el “come todo lo que puedas”
jeje, además, para no desperdiciar carne te van trayendo pieza de asado por
pieza de asado a medida que vas terminando, jeje, para luego cuando te queda
poco espacio en el estómago terminar con el suculento buffet de postres,
mmmm madre mía yo no soy mucho de dulce,
pero como estaba el flan y la mouse de chocolateee, QUIERO VOLVER A LA
FALDAAAAA !!!!. Asique esta fue la razón por la que cuando salimos del
restaurante fue la hora de volver a Córdoba, sin darnos tiempo a ver nada del
pueblo, pero bueno todos afirmamos que mereció la pena el viaje.
Ya de vuelta en Córdoba, volvimos a
nuestro hostal, pagamos y volvimos a la terminal de Omnibuses donde para las
9:30 de la noche nuestro colectivo nos llevaría de vuelta a casa, con mucha
gente en las dársenas comenzamos nuestra búsqueda de nuestro colectivo, rato
después buscando el nombre de la empresa nos dimos cuenta que la empresa
Chevalier, que era nuestra compañía había alquilado un autocar de otra empresa,
asique subimos a él. Comenzamos el viaje con un juego hasta casi terminarlo y
nos dormimos; cuando volví a abrir los ojos el cristal de mi ventana estaba
empañado de la lluvia y la diferencia de temperatura entre el interior y el
exterior del automóvil dejaba un claro vaho, por ahí vislumbré luces que provenían
de una gasolinera en donde estábamos parados, me desperecé un poco y comencé a
preguntar el porqué de este parón y cuál fue mi cara después de que me dijeran
que uno de los cristales del piso inferior había estallado y habíamos parado
porque la gente colindante a esa ventana se estaban muriendo de frío e imagino
que con cristales a su alrededor, yo eso no lo llegué a ver, solo vi al chofer
tapando la ventana con un cartón y cinta aislante,como que eso iba a ayudar mucho pero en fin, y a varios
colectivos de la
empresa contratada llevándose en sus coches a la gente del piso inferior, para
proseguir el viaje. Pues bien, ese no fue el único problema, también la caja de
cambios estaba jodida y según nos dijeron íbamos a continuar más lentos por lo
que nos retrasaríamos; pues qué bien, acabaría llegando tarde a mi trabajo.
En fin, dos horas más tarde de lo
planificado llegamos, fuimos rápidamente a las taquillas de la empresa y como
ha sido normal en este viaje una nueva vez más nos quejamos y pusimos una
reclamación, y después fuimos a los taxis, mis amigos agarraron un taxi para
sus casas, donde podrían ponerse más cómodos y acicalarse, pero yo nooooo
uahhhh, tuve que ir directamente al trabajo, cansado y sucio, vaya mierdaa,
pero bueno no había otra.
Finalmente el viaje pese
a todo lo vivido creo que mereció la pena, vimos cosas nuevas, probamos una
comida en la falda buenísima y compartí, toda esta experiencia con amigos, ¿que
más se puede pedir?